José Manuel de Pablos define la infografía como la presentación impresa de un binomio imagen más texto. Nace con la necesidad de subrayar el mensaje icónico, de darle significado. Además, destaca dos funciones fundamentales de la infografía. En primer lugar, se emplea para facilitar la comunicación de cierto tipo de informaciones. En este sentido, estamos de acuerdo con el autor, ya que creemos que el papel fundamental es ayudar a entender determinados aspectos de la información que resultarían más complicados de digerir solo a través de texto. También entendemos la idea que apunta el autor, y es que los medios especializados cuentan con un público con mayor nivel de conocimiento sobre el tema, por lo que las infografías (con la función de explicar el tema) tienen que ser más simples y centrarse en aspectos más concretos que sirvan para profundizar en la información. De lo contrario, sería reiterar datos que no añaden más valor a la noticia. El libro también recoge la idea de que no se debe optar por la infografía cuando el cómo de los hechos (principal aspecto que se explica a través de este género) es obvio. Sin embargo, pensamos que se hace muy a menudo y esto puede tener que ver con la segunda función de los infográficos.
Este segundo papel, según el autor, consiste en emplear la infografía como medio de apoyo al diario en un periodo de recesión de la lectura, una forma de acceder a los lectores, “cada vez más veedores de páginas”. Aquí queremos introducir un matiz, y es que está bien emplear nuevos elementos para llamar la atención del lector, sin embargo, creemos que es un papel secundario, y que solamente deberían utilizarse en caso de que aporten un valor informativo.
Por otra parte, en el libro explica que la infografía se utiliza cuando el medio carece de información o de fotografías. No estamos de acuerdo con el autor, ya que para realizar una infografía es necesaria tanta información (o a veces más) como para elaborar un texto informativo. Además también añadimos la primera ética personal de la que habla de Pablos, el infógrafo debe basarse en la verdad.
En cuanto al servicio de documentación, el autor se pregunta si debería haber un servicio de documentación propio para el departamento de infografía y nosotras creemos que sí, ya que el material que necesita es diferente al que le puede interesar al resto de periodistas. Sin embargo, debe partir del archivo general del periódico, para documentarse ampliamente sobre el acontecimiento.
Uno de los tipos de infografía más utilizado son los mapas y el libro presenta un estudio sobre su eficacia en las noticias. Los datos del estudio son claros y muestran un interés del público por la inclusión de mapas en las noticias. Nosotras compartimos esa idea y creemos que es muy importante situar al lector y localizar el acontecimiento. Además, los mapas son un infográfico que no requiere demasiado tiempo y que se podría incluir fácilmente en las informaciones de actualidad sin necesidad de perder demasiado tiempo.
Por otra parte, de Pablos explica que hasta los años 90 los grafistas no salían al lugar de los hechos para cubrir sus informaciones. Creemos que es algo muy importante, sobre todo en determinados casos que se escapan de los tratados habitualmente de forma gráifca (conflictos bélicos, accidentes aéreos…), y que permite recopilar mucha más información que será útil a la hora de elaborar el infográfico. Aunque reconocemos que la escasez de grafistas en la plantilla de un medio dificulta esta tarea. En relación con esto, el autor añade que los redactores de un medio, después de haber adquirido ciertos conocimientos sobre infografía, son capaces de elaborar bocetos cuando salen a cubrir sus informaciones que pueden ayudar al grafista. Aunque estamos de acuerdo con esto queremos añadir algo que el libro no concretaba, y es que los grafistas deben ser periodistas, para conocer la dinámica de los medios, para saber tratar la información y para saber extraer lo más importante de un acontecimiento.
En conclusión, creemos que se debería potenciar el uso de infografías en los medios de comunicación teniendo en cuenta sobre todo su primera función, es decir, se deben emplear para aportar nuevos datos y explicar de forma más sencilla determinados aspectos. Además, los infográficos siempre pueden complementar a la fotografía, no tienen porque verse como rivales, sino como recursos alternativos.
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