Gran despliegue de tecnología empleada para retransmitir las históricas elecciones en las cadenas estadounidenses. Pero realmente, ¿necesario? ¿Dónde estaba la importancia de ese día, en la información o en la forma de contarla?
Sinceramente creemos que la mayoría de los recursos utilizados eran totalmente innecesarios y simplemente se utilizaron para hacer ver la capacidad de las cadenas a la hora de adoptar las nuevas tecnologías. Los elementos empleados (o por lo menos la mayoría) no aportaban ningún tipo de información que no se hubiera podido transmitir con métodos más convencionales. Está bien incorporar las nuevas tecnologías, pero siempre con un sentido útil. Por ejemplo, los cubos en tres dimensiones que mostraban en cada lado a un presentador, ¿no se podrían haber sustituido por una pantalla dividida que mostrara cada uno de los escenarios? El coste económico de estas aplicaciones se podría destinar a ofrecer una mejor cobertura desde el punto de vista informativo.
¿Y el holograma que realmente no lo era? La CNN pide la atención del público, no para aportarle ningún dato nuevo, sino para ver como una presentadora que se encuentra en Chicago “aparece” en Washington bajo forma de holograma (o eso hizo entender el presentador). Obviamente es una técnica muy novedosa, llama la atención y supone un importante avance en el uso de las tecnologías aplicadas a la información, pero paradójicamente, informativamente no aporta nada. Como explica José Manuel de Pablos en su libro ‘Infoperiodismo, el periodista como creador de infografía’, el principal papel de este recurso gráfico es “facilitar la comunicación de cierto tipo de informaciones”, sin embargo creemos que en este caso no sucede así.
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